La enfermedad de hígado graso en niños puede presentarse de dos formas, hígado graso simple, en la que el niño tiene una acumulación anormal de grasa en el hígado y hígado graso con lesiones en las células hepáticas o inflamación, lo ideal es tratar a tiempo para evitar complicaciones graves que podrían provocar cirrosis o cáncer al hígado.
Esta enfermedad casi no presenta muchos síntomas, sin embargo, puede identificarse cuando el niño presenta Hepatomegalia (agrandamiento del hígado), Fatiga, Dolor o molestia donde se ubica el hígado (en el hipocondrio derecho).
Que predispone a tener el hígado graso:
- Sobrepeso- obesidad y perímetro abdominal elevado.
- Presión arterial Alta
- Concentraciones elevadas de colesterol (Total y LDL), triglicéridos, glucosa y muy bajas concentraciones de HDL.
- Resistencia a la Insulina o Diabetes
- Trastornos hereditarios que hacen que el cuerpo del niño use o acumule grasa de manera inadecuada.
- Pérdida rápida de peso
- Antecedente de Hepatitis C
- Consumo de glucocorticoides
- Ciertos genes aumentan la probabilidad de que un niño desarrolle NASH.
Recomendaciones nutricionales para corregir el hígado graso:
- Mantener al niño en un peso adecuado, si tiene obesidad o sobrepeso la pérdida de peso debe ser progresiva.
- La principal fuente de carbohidratos debe ser de granos integrales (avena, trigo, centeno, arroz integral, etc.)
- Evitar el consumo de alimentos y bebidas con grandes cantidades de azúcares simples, es decir harinas (queques,galletas) y azúcares refinados (dulces y golosinas) y gaseosas.
- Adoptar un patrón de alimentación saludable: Seguimiento de un horario establecido de comidas y porciones adecuadas en todas las comidas.
- Evitar productos industrializados como por ejemplo: bebidas de fruta (frugos),cereales para niños,caramelos,chocolates,galletas,gelatinas,chupetines.
- Asegurar un consumo adecuado de ácidos grasos omega-3 con el consumo de dos a tres porciones de pescado por semana.
- Reducir el tiempo de exposición a videojuegos y la televisión, a no más de 1-2 horas al día.
- Caminar de 30 a 45 min al día a un ritmo continuo, o realizar ejercicio durante al menos 150 minutos por semana, independientemente de la intensidad de éste.
- Modulación de la microbiota intestinal por probióticos, prebióticos y simbióticos, lo cual lo puede encontrar en yogurt de preferencia natural.
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