Abordaje multidisciplinario de los trastornos alimentarios: Anorexia y bulimia

Los trastornos alimentarios son un conjunto de enfermedades de origen psiquiátrico que se caracterizan por la alteración de la ingesta de alimentos, distorsión de la imagen corporal y un control del peso obsesivo, los cuales pueden conllevar a grandes riesgos sobre la salud física, mental y emocional a largo plazo.

Entre los principales trastornos de la conducta alimentaria se encuentran la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. En la anorexia predomina un enorme rechazo y miedo a encontrarse en un peso elevado, el cual puede manifestarse mediante la restricción de alimentos o conductas purgativas. A diferencia de esta, en la bulimia no se puede controlar la ingesta de alimentos debido a los denominados “atracones”, pero debido al miedo a ganar peso, se realizan actividades compensatorias, que pueden ser purgativas o no (como el ejercicio físico excesivo). 

Es importante que en ambos trastornos se realice un tratamiento multidisciplinario, pues se requiere, además de la atención del profesional médico, de la asistencia del nutricionista y del psicólogo, quienes muchas veces no comparten los mismos objetivos de recuperación ni llegan a comprender a fondo la situación del paciente (principalmente sus emociones), por lo cual es necesario que trabajen en conjunto y tracen metas juntos.

Las principales funciones de estos profesionales de la salud en el tratamiento de la anorexia y bulimia nerviosa son las siguientes:

• El nutricionista orientará al paciente a tratar sus principales deficiencias nutricionales, a mejorar su relación con la comida y a mejorar sus hábitos alimentarios; todo ello por medio de la educación alimentaria nutricional la cual debe considerar su bienestar integral (físico, emocional y mental) y su entorno en general.
• El psicólogo promoverá estrategias para el manejo de sus propias emociones y conductas, así como también para la autoaceptación y el autocuidado, siempre con empatía.
• El psiquiatra da el diagnóstico del trastorno de la conducta alimentaria implicado. Asimismo, orienta al paciente en la prevención de las complicaciones médicas y en caso fuera necesario, se encarga de prescribir medicamentos y suplementos alimenticios que pueden ser útiles para una pronta recuperación.

• En conjunto, dichos profesionales se encargan de que la mejora de la salud y la recuperación del peso sucedan de manera progresiva y saludable en el paciente.

Por último, en base a lo anteriormente mencionado, es recomendable que el paciente mantenga una buena comunicación con los profesionales que lo atienden  para que el tratamiento a brindar sea lo más individualizado y eficaz posible. De igual manera, se sugiere que el paciente solicite un informe a cada profesional del equipo multidisciplinario para que se mantengan informados todo el equipo de su situación  y así lograr buenos resultados , puesto que es difícil que los profesionales hablen directamente.