La glándula tiroides, situada en el cuello, produce 2 hormonas principales que son T3 y T4, las cuales regulan el metabolismo del cuerpo. En ocasiones esta glándula sufre trastornos: ya sea produciendo más hormonas de las que debería (hipertiroidismo) o menos de las necesarias (hipotiroidismo). En cualquiera de estos casos, la alimentación desempeña un papel fundamental, pues en el hipotiroidismo el metabolismo disminuye, expresándose en un aumento de peso, mientras que en el hipertiroidismo el metabolismo aumenta, manifestándose en una disminución rápida de peso. Además hay que tener en cuenta que en ambos se alteran las diferentes funciones orgánicas, pudiendo elevarse la glucosa, el colesterol, los triglicéridos, etc; por lo que resulta imprescindible acudir a un nutricionista en cualquiera de estos trastornos. Para la formación de estas hormonas es imprescindible el yodo, que se obtiene de la ingesta dietética, por ello los alimentos ricos en este mineral deben aumentarse o evitarse…